Siempre hablamos de él y sabemos que pasa… sabemos que existe porque envejecemos, cambiamos, el propio organismo se encarga de recordarnos a cada instante que somos más viejos y menos tolerantes a más y más cosas, nuestra piel se arruga, nuestra sonrisa es cada vez más selectiva y nuestros ojos menos luminosos…
Tiempo, es lo que necesito y cada día se extingue un poco más...
Me recuerda a un pasaje de Schulz en, Sanatorio bajo la clepsidra... que dice:
ResponderEliminar"Los sucesos ordinarios están alineados en el tiempo, permanecen enhebrados en su curso como en un hilo. Allí tienen sus antecedentes y sus consecuentes que, apretujándose, se pisan los talones sin parar, sin cesar. Mas, ¿qué hacer con los acontecimientos que no tienen su propio lugar en el tiempo, los acontecimientos que llegaron demasiado tarde, cuando el tiempo ya había sido distribuido, compartido, descompuesto, y ahora se hallan suspendidos, no clasificados, flotando en el aire desamparados y errantes? ¿Acaso el tiempo es demasiado insignificante para todos los sucesos? ¿Es posible que todas las localidades del tiempo fuesen vendidas? Preocupados, corremos a lo largo del tren de sucesos preparándonos para el viaje. Por el amor de Dios, ¿acaso no hay aquí venta de billetes para el tiempo?"
¡Qué pavor el que llega a producir el tiempo!
Saludos. :-)
Muchas gracias por tu cita. Muy interesante. Gracias por visitar este incipiente blog, pero sobre todo por dejar huella en él. :)
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