miércoles, 22 de enero de 2014

Cartas de Amor. "Carta a la Amada Inmortal" Ludwig van Beethoven


6 de Julio, en la mañana.
Mi ángel, mi todo, mi mismo yo, sólo unas pocas palabras hoy y, en efecto, con lápiz (con el tuyo). Mañana ya se va a decidir definitivamente sobre mis alojamientos, ¡qué inútil perdida de tiempo! ¿Por qué este profundo dolor cuando habla la necesidad?¿Puede nuestro amor existir sino a través del sacrificio de no pedir todo del otro? ¿Puedes cambiar el hecho de que tú no seas completamente mía, yo no completamente tuyo? Oh, Dios, mira la hermosa naturaleza y consuela tu alma.
Acerca de lo que debe ser el amor, lo pide todo y completamente, y con razón. Así es para mí contigo, para ti conmigo, sólo que olvidas tan fácilmente, que yo debo vivir para mí y para ti. Si estuviéramos completamente unidos, tú sentirías este dolor tan poco como yo.
Mi viaje fue aterrador. Llegué aquí recién a las 4 de ayer a la mañana. Como faltaban caballos, el cochero eligió otra ruta, pero ¡qué horrible camino!. En la penúltima posta me advirtieron acerca de viajar de noche, tratando de asustarme de un bosque, pero me pareció sólo un desafío, y estaba equivocado. El carruaje tenía que romperse en tan terrible ruta, una ruta de lodo sin fondo, y sin postillones como tenía, hubiera quedado atascado en el camino. Esterhazy, en la otra ruta de costumbre, tuvo la misma suerte con ocho caballos que yo con cuatro. De todos modos tuve alguna satisfacción, como siempre que tengo la fortuna de superar algo con éxito. Ahora voy rápidamente hacia el interior desde el exterior.
Nosotros probablemente nos veremos pronto. Hoy todavía no puedo transmitirte los pensamientos que tuve durante estos pocos días acerca de mi vida. Si estuvieran nuestros corazones siempre juntos y unidos, yo, por supuesto, no tendría nada que decir. Mi corazón esta lleno de tanto para decirte ... oh, hay todavía momentos en que encuentro que la palabra no es nada en absoluto.
Alégrate, permanece, mi fiel y único tesoro, mi todo, como yo para ti. El resto los dioses deben comunicarnos lo que deba ser para nosotros.
Tu fiel Ludwig.
Lunes a la tarde, el 6 de Julio.
Estás sufriendo, mi queridísima criatura, recién ahora me doy cuenta de que las cartas deben ser despachadas muy temprano en la mañana.
Lunes, jueves, los únicos días en los cuales el correo va de aquí  hasta K. estas sufriendo. Oh, donde sea que estoy, tú estás conmigo. Me digo a mí y a ti, arregla para que pueda vivir contigo. ¡Qué vida! Cómo es ahora, sin ti, perseguido por la amabilidad de la gente, aquí y allí, que ni quiero merecer ni merezco. La humildad  del hombre hacia el hombre me lastima y cuando me veo a mí mismo en el marco del universo, ¿qué soy yo y qué es Él, a Quien uno llama el Mas Grande? Y aun así, aquí está otra vez la chispa divina en el hombre.
Lloro cuando pienso que probablemente no recibas las primeras noticias de mí hasta el sábado. Por mucho que tú me ames, yo te amo incluso más profundamente, pero nunca te escondas de mí.
Buenas noches, como estoy tomando los baños debo irme a dormir.

¡Tan cerca, tan lejos! No es nuestro amor un verdadero edificio celestial, pero sí firme como el firmamento.
Buenos días, el 7 de Julio.
Mientras estoy aún en la cama, mis pensamientos se lanzan a sí mismos hacia ti, mi eternamente amada, a ratos alegres y luego otra vez tristes esperando al destino. Si éste nos otorgara una resolución favorable ... yo sólo puedo ya vivir totalmente contigo, o no viviré.
Si he resuelto vagar sin rumbo en la distancia hasta que pueda volar a tus brazos y pueda considerarme enteramente en casa, contigo, y pueda enviar mi alma abrazada por ti al reino del espíritu, si desafortunadamente así debe ser, tú debes dominarte más al conocer mi fidelidad a ti, nunca podrá otra poseer mi corazón, nunca, nunca!
Oh, Dios, ¿por qué tener que separarse uno mismo de lo que uno ama tanto? Y así mi vida en Viena, como es ahora, es una vida miserable. Tu amor me hace el hombre más feliz y el más infeliz al mismo tiempo. A mi edad debería tener cierta estable regularidad en mi vida ... ¿puede eso existir en nuestra relación?
Ángel, ahora mismo escucho que el correo va todos los días y por lo tanto debo terminar, de modo que recibirás la carta inmediatamente. Permanece calma, solo a través de la tranquila contemplación de nuestra existencia podremos alcanzar nuestro objetivo de vivir juntos. Sé paciente, ámame.
Hoy, ayer, qué doloroso anhelo de ti, de ti, de ti … tú, tú mi amor, mi todo.
Adiós. Oh, continúa amándome, nunca juzgues mal el más fiel corazón de tu amado
Ludwig, siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro.